Que viene el lobo. El Corral de los lobos, un monumento a la persecución histórica de la bestia.

El Director General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, Jesús Barrios Fernández, inaugura El Corral de los Lobos. 
La relación histórica entre el lobo  es una de las inagotables fuentes de la que beben literatura, música o cine, pero es en las zonas en las que el lobo recorrió sus parajes, en las que cazó, crió o mató en las que  la huella de su paso quedó indeleble durante generaciones. La huella del lobo se diferencia de la del perro por que marca las uñas y por que su rastro es recto, como el camino de la historia y el patrimonio.


Ayer sábado se inauguraba la restauración de la que fue trampa para lobos en la localidad cacereña de la Garganta. La vida de los paporros discurre entre dos comunidades, la castellana y la extremeña, así  el Ayuntamiento de la Garganta por mediación de ASAM, asociación Salmantina de Agricultura de Montaña ha sido la encargada; junto al grupo de desarrollo de la zona del Valle del Ambroz, DIVA, y por medio de los fondos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (15.000 euros en total); de restaurar la trampa para lobos en la localidad de la Garganta, a escasos 200 metros de un antiguo pozo de nieve y en el camino a la localidad de Candelario.


La lucha y persecución del lobo durante siglos ha dejado una profunda huella en la cultura rural, ya sea en el folklore, cuentos, leyendas, toponimia, e incluso en expresiones y dichos populares, sin embargo son muy escasos los restos materiales. El Corral de Los Lobos de La Garganta es precisamente el único vestigio material de la zona representativo de estas actividades seculares y un magnífico ejemplo del ingenio y las artimañas populares para dar caza al lobo.

Esta trampa lobera dejó de usarse a finales del siglo XIX y sus restos fueron perdiéndose. Su rescate ha sido posible gracias a la memoria y testimonio de las
personas mayores de La Garganta que alguna vez oyeron hablar a sus padres y abuelos del corral de los lobos. Debido a esta singular importancia cultural y patrimonial, el Ayuntamiento de La Garganta ha recuperado el Corral de Los Lobos, contando con la ayuda del Proyecto Piloto de Desarrollo Rural “Trenzando Diversidad”, y fue inaugurado el sábado día 21 por el Director General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, acompañado por el alcalde de la Garganta y los responsables de  ASAM, asociación salmantina de agricultura de montaña, Ángel de Prado.

EL CORRAL DE LOS LOBOS

El Corral de los Lobos consiste en una construcción cerrada de planta irregular, más o menos circular, de un diámetro aproximado de 12 metros y perímetro de unos 50 metros, ocupando una superficie de unos 200m2.  Las paredes tiene una altura de entre 2 y 3 m. y están coronadas por unas pesadas losas que  sobresalen por el interior para impedir que el lobo salte la pared desde dentro, y huya.  Su construcción era un ejemplo de trabajo comunitario de los vecinos del pueblo.

El corral es una trampa pasiva, por ello había que engañar al lobo y conseguir que entrara. Con este fin se colocaba en el centro carne como cebo que atrajera al lobo dentro del corral, del que luego ya no podía salir.

Según recuerdan los mayores de La Garganta, además había una original trampa, cuyo mecanismo no se conoce con exactitud, pero que debía consistir en una tabla de madera situada en la parte alta del muro y sujeta con un resorte que la hacía moverse como un balancín, de modo que cuando el lobo la pisaba giraba y éste caía al interior del corral; entonces la trampilla de madera volvía a su posición inicial, impidiendo la salida del lobo. Normalmente el cebo se quedaba intacto, por que el lobo se percataba de la imposibilidad de salir y del stress lo abandonaba, tumbándose contra la pared, esperando su fatal destino.