El gobierno municipal muestra un museo textil vacío a los ausentes

Acceso a las instalaciones del Museo textil en la jornada de puertas abiertas
Otros gobernantes lo han hecho antes, abrir al público un aeropuerto sin aviones dejó de ser noticia hace semanas. Las instalaciones de un museo regional se abren al público ahora para mostrar el desatino de una nefasta gestión. Dotar de contenido el que pretende ser el museo textil de la región va para largo, las extensísimas instalaciones mostradas a los ausentes, de las obras ya concluidas, aventuran un arduo y costoso proceso para dotar de contenido el museo.

El equipo de gobierno había programado para los visitantes ausentes, aunque también para el resto, una jornada de puertas abiertas de las instalaciones para mostrar los trabajos realizados. Durante la visita nadie se refirió a los costes del trabajo ni de la financiación, no se habló de los millones de euros gastados “sospechosamente” en la primera legislatura de Alejo Riñones, sólo en el desescombro de las dependencias, tampoco del trabajo realizado la pasada legislatura para conseguir la financiacón para concluir los trabajos.

UNA LARGA HISTORIA
Desde que aquel 9 de junio de 2003 se firmara el acta de replanteo para el comienzo de de las obras del Museo Textil han pasado la friolera de 9 años. Casi una década dedicada a la tarea de crear  una institución, abrirla al público, así como adquirir, conservar, estudiar y exponer los objetos que mejor ilustren las actividades textiles. Tiempo atrás el gobierno de Riñones gastó ingentes cantidades de  dinero primero en adquirir y más tarde en derruir las antiguas dependencias de los Tintes Gilart, "limpiar de polvo y paja" el solar en el que se construyó el edificio que después de casi 10 años aún no ha albergado nada.
Ferrovial antes, y Volconsa después, contaron con más de un millón de euros para acometer los primeros  trabajos. Alejo Riñones ya decía entonces que  "en los primeros meses del 2004, la ciudad ya dispondrá del museo textil". Desde entonces han pasado 8 años.


Las instalaciones se muestran totalmente vacías

 
Los Expertos
Cuatro meses después del replanteo, un grupo de expertos universitarios y parte del equipo de gobierno se reunieron para saber que se necesitaba como museo y adjudicar el proyecto de equipamiento. Entre los reunidos se encontraban profesores, como Javier Hoya, o Juan José Pérez Bullón, además del  presidente y secretario de la Agrupación de Fabricantes. Por aquel entonces todos pensaban que la decadente industria del textil bejarano proporcionaría elementos necesarios para el equipamiento (Si  las máquinas no servían para el textil, si servirían al menos para ser expuestas), Riñones por su parte no descartaba que el 1% cultural pudiera hacerse cargo del equipamiento, incluso desde su querida Dirección General de Patrimonio de la Junta, donde el edil se jactaba de tener “grandes amigos”.

El edificio pasó a dormir el sueño de los justos, salvo en periodos electorales donde el tema, impelido con denuedo por el edil, cobraba vigor para ilusionar a potenciales votantes.

2007-2011
El Ministerio de la Vivienda del Gobierno de Zapatero informaba que el Museo Textil de Béjar sólo estaba a la espera que el Ayuntamiento de Béjar realizara la acometida eléctrica que no era garantizada por el consistorio bejarano, razón por la que la obra no era entregada. El posterior gobierno municipal del socialista Cipriano González conseguía tras no pocos esfuerzos que en su período legislativo, que fuera de la Dirección General de Arquitectura quien finalizara las obras de urbanización y obras exteriores del Museo de la Industria Textil de Béjar. La financiación sería íntegramente aportada  por el Gobierno de España. En los albores de 2009, en el mes de enero, González, obtenía el compromiso adquirido por parte de la Directora General de Arquitectura, Anunciación Romero, de subvencionar con 400.000 euros las obras que faltaban. Este compromiso fue contraído el 19 de enero de 2009, durante la reunión que mantuvieron el alcalde de Béjar, Cipriano González, el subdelegado del Gobierno y la directora general de Arquitectura en Madrid.

Fueron 400.000€ que ahorraron al Ayuntamiento de Béjar y que han permitido encontrase hoy con un edificio en condiciones de empezar a trabajar para que albergue el deseado Museo.

Colofón
No fue hasta el verano del año pasado  cuando el Ministerio de Fomento formalizó el contrato para la realización de los trabajos de urbanización y obras exteriores del Museo de la Industria textil en Béjar. La actuación se inscribió en el programa de Recuperación Patrimonial de elementos para usos de equipamiento cultural, educativo y museístico, de la Secretaría de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas.