Concluyen los actos festivos de Santibañez con una alta participación de vecinos y visitantes

Paella para 1000 personas en la localidad de santibañez
Isidoro S Q. La climatología acompañó y el pueblo permaneció en la calle durante los días festivos. Los actos religiosos contaron con gran asistencia de público desde todos los puntos de la geografía nacional. Precisamente desde Torrevieja (Alicante), se desplazó Pablo Hernández Díaz para pujar por la subida de la Virgen de Valparaíso a su trono que acusó en su recaudación la situación de crisis en la que nos  vemos inmersos. Sólo 500 euros valieron este acto cuando el año pasado fueron 1.200. La sábana recogió 4.600 euros y otros 1.200 se recaudaron en la puja por productos de la tierra. 
La anécdota graciosa la puso Rosario García desde Tarragona que en su primer año en las fiestas de la localidad, saludó a su primo con la mano mientras aquél hacía fotos junto al subastador, sin saber que estaba pujando por la subida de la Virgen, llegando a pagar 400 euros. El susto no le salió del cuerpo cuando le advirtieron de lo que había hecho hasta pasada la cifra. Al final, Pablo Hernández Díaz, primo del nuevo párroco de la Localidad, Salvador Hernández protagonizó con su familia la subida el martes de la Virgen a su trono. Una promesa llena de emoción como demostró a lo largo de toda la mañana cuando tuvo que ir retirando todos los adornos a la imagen para de manera sencilla y con la ayuda de su familia colocarla en su columna con capitel de Novelda (Alicante).

La charanga animó durante todo el día mientras el ayuntamiento repartía sangría y dulces, especialmente las rosquillas de la Panadería Peña que tanto éxito tienen en todas partes. Un nuevo carro se unió al desfile engalanado por un grupo de jóvenes muy activos y prometedores para el futuro de la localidad, ya que ellos se  encargan por su cuenta cada año que las tradiciones no se pierdan y engordan sus cerdos que luego matan a la manera tradicional, cada vez con menos ayuda de sus padres.


PAELLA PARA 1000 PERSONAS
La paella este año estuvo muy concurrida. Se prepararon 1000 raciones que se repartieron en la plaza mayor donde las mesas y sillas permitieron disfrutar de las actuaciones y el baile, antes y después de la comida. A las del lunes la actuación del Mariquelo permitió disfrutar del folclore y la innovación musical donde se incorporan teclados y guitarras a la vez que la gaita, la dulzaina y el tamboril acompañados del ingenio de Ángel Rufino de Haro. La plaza de toros de la ermita acogió un ameno espectáculo taurino donde fallaron los toros, peor donde la gente disfrutó en un tarde muy calurosa que era el objetivo final.  Las vaquillas remataron la tarde donde los jóvenes aún no muy duchos en estas lides se animaron a dar capotazo, quiebros y ha saltar sobre los animales, sin maltrato de ningún tipo y apoyando la fiesta.