Los alcaldes indignados por el trato recibido en la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca.

Alcalde de municipios de menso de 5000 habitantes en la delegacion de la junta
Han estado hacinados en pasillos y dependencias durante largo tiempo hasta poder firmar el Plan de Empleo o el Convenio con la Junta en el acto de esta mañana con el Consejero Tomás Villanueva. La Junta les ha obligado a venir personalmente provistos del sello del  Ayuntamiento y la cartilla del banco, esperar largas horas, hacer colas,  ir de mesa en mesa y de dependencia en dependencia cuando este  trámite se podía hacer de forma telemática. Los alcaldes de la provincia de Salamanca convocados en la Delegación  Territorial de la Junta para la firma del Convenio de Colaboración entre el  gobierno regional y los municipios de menos de 5.000 habitantes para la  contratación de desempleados han mostrado su indignación y su malestar  por el trato recibido en dicho acto. La denigración ha sido tal, que muchos  de ellos han llegado a comentar que se han sentido utilizados, vejados y tratados como si fueran borregos.

El caos y el desorden que reinaba en la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca ha provocado que los ediles hayan tenido que permanecer durante largo tiempo hacinados en pasillos y en dependencias de la cuarta planta del edificio sin que supieran muy bien qué es lo que tenían que hacer, a dónde dirigirse, y cuáles eran los trámites y la documentación que tenían que hacer, recoger, entregar o tramitar. Una circunstancia a la que se ha añadido el retraso en la llegada del Consejero de Economía de la Junta, Tomás Villanueva, que debía presidir el acto, y que ha provocado más indignación y un mayor caos y desorden entre todos los convocados.

Los alcaldes, además de tener que aguantar en condiciones infrahumanas largas colas  y esperas, han recibido instrucciones y han sido obligados a  tener que venir de forma personal a la firma de este convenio en el acto de esta mañana, y eso a pesar de que en el documento que han firmado no  figuraba ni siquiera su nombre. Además de ser obligados a venir de forma personal, otra de las condiciones era que debían acudir provistos del sello de cada uno de los Ayuntamientos y la cartilla bancaria de cada uno de los Consistorios, a pesar de que  muchos de ellos viven a larga distancia de la capital salmantina, y sobre  todo, cuando este trámite se  podría haber hecho  de forma telemática,  evitando de esta forma la triste y penosa imagen dada, y la prepotencia, y el  desprecio que la Junta ha mostrado hacia los alcaldes de la provincia de  Salamanca además de la utilización partidista que se ha hecho de ellos.