En un primer tiempo muy serio por parte de los charros, éstos lograban colocarse por delante a los diez minutos con un tanto de Pablo Rodríguez, que en el 44 era expulsado al ver la segunda amarilla. Antes, los de Nandi habían logrado más ventaja gracias a un gol de Jesús.
Con uno menos, el objetivo del Béjar era saber llevar el tempo del choque y no dejar crear ocasiones a los locales. El Iscar creaba peligro, pero los bejaranos mantenían el marcador, hasta que de penalti en el 80 los vallisoletanos recortaban diferencias y posteriormente en el 93 igualaban la contienda no sin enfado textil, ya que se reclamó mano en el control que da pie a la pena máxima y fuera de juego en el segundo gol. Un punto que a priori era buena terminó siéndolo tanto por cómo se desarrolló el envite.