Alguno habrá que dirá aquello que "hay que darles trabajo", no se apuren, lo tienen, en ocasiones mas tabajo del que deseasen y además no pagado.
Nuestra mierda es el complemento a su jornada laboral no retribuida. No cobran a mayores por estos "festivos extras".
Los extras empezaron el día del pregón. El gobierno municipal pensó que la plaza del Cervantes se llenaría de la mierda, el botellón y hasta los restos de los huevos que temieron les serían lanzados por los manifestantes. Pero los pitos y los gritos reivindicativos no ensucian más allá de algunas conciencias y eso no se limpia con escoba.
Acompañando los eventos festivos, los efectivos de la empresa adjudicataria del servicio de limpieza, otrora criticada por el edil responsable que ahora ensalza el trabajo de estos trabajadores. Y no le falta razón, pues a mayores de su trabajo diario, se deben emplear a fondo para retirar las toneladas de restos etílicos que dejamos en las fiestas, tal y como muestran las imágenes hechas al alba en La Corredera, ahora impoluta, gracias a este trabajo bien realizado.
