Una madre es una mujer....AMDEVE entregará el premio al relato ganador

cartel anunciador de la actividad
AMDEVE ha organizado un acto en el que entregará el premio a la ganadora del concurso de relatos "Una madre es una mujer, ni un florero, ni un felpudo. Tendrá lugar el próximo viernes 10 de mayo de 2013 , en la Librería Hontiveros a las 20:30

Bajo el lema una madre es una mujer, ni un florero ni un felpudo, la asociación de mujeres , AMDEVE organizó un concurso de relato breve para mayores de 16 años, en el que podían participar todas las personas, mayores de 16 años bajo un tema alusivo al papel de la mujer como promotoras de cambio en los temas de igualdad entre mujeres y hombres. El relato debía tener una extensión máxima de 200 palabras. AMDEVE, publicalos relatos en el facebook del colectivo del 1 al 4 de mayo y todas las personas han podido votar  dando al “Me Gusta”. El relato ganador es el que más número de “Me gusta” obtuvo.

Relato Ganador

El montón de ropa recién planchada descansaba sobre sus brazos, en una montaña poco equilibrada. Iba repartiéndola por las habitaciones. ¿Qué le faltaba? ¡Ah si! Cerrar las ventanas del salón, se preveía un fuerte viento.
Se miró al espejo, ¡ese pelo! Debería haber hecho algo con él, pero ya tenía la hora encima. Antes de salir recogió el bocadillo de Juan, se le había olvidado, esperaba que la portera del colegio tuviera a bien cogérselo. Ya tenia en e! bolso las cartas del banco para pasar a gestionar los inoportunos errores bancarios. A las 10 en punto tenia que fichar en el trabajo o le descontarían la hora completa.
En la puerta recordó que no había puesto la alarma del despertador a las 10'30, Andrés, su marido, tenia el día libre, quería dormir un poco más, aunque iría al gimnasio antes de comer...¡Ufff, por poco lo olvida!
Ya tarde, cansada de aguantar en el trabajo, llegó a su casa con la sonrisa pintada.
No entendía bien de dónde le venían tantos gritos ¿Qué decían? Algo de una plancha encendida. Se miró al espejo. Peinó su rebelde flequillo y salió con un portamzo La sensación de libertad le cogió desprevenida.