GECOBESA. En la mañana de hoy día 16 de noviembre, dadas las óptimas condiciones meteorológicas, Sierra de Béjar-La Covatilla ha comenzado a producir nieve para cumplir el objetivo de iniciar la campaña y temporada de esquí el jueves 28 de noviembre.
En las imágenes que acompañan a esta información, proporcionadas por la gestora de la Covatilla, podemos apreciar los “espectaculares chorros de nieve producida iluminados por los primeros rayos de sol poco después del amanecer”, tal y como destacan desde GECOBESA. En el momento de obtener las imágenes la temperatura ambiente en cota 2.000 de la estación de esquí era de 6 grados bajo cero.
“La nieve “producida”, habitualmente mal denominada como “nieve artificial” es totalmente natural, aunque fabricada con sistemas mecánicos a partir de agua sin ningún tipo de aditivos, que se pulveriza en la atmósfera con los “cañones”, que deberían denominarse mejor como aspersores. El agua utilizada para producir nieve, ni se consume, ni se gasta, ni se ensucia; Ese agua, convertida en nieve, se almacena en dicho estado en las pistas de esquí y vuelve, naturalmente, al sistema hidrológico con el deshielo. Con lo que podríamos decir que, de igual modo que ocurre con el resto de la nieve en las montañas, se guarda en el invierno para que el valle la aproveche en la primavera”, señalan desde GECOBESA.
En las imágenes que acompañan a esta información, proporcionadas por la gestora de la Covatilla, podemos apreciar los “espectaculares chorros de nieve producida iluminados por los primeros rayos de sol poco después del amanecer”, tal y como destacan desde GECOBESA. En el momento de obtener las imágenes la temperatura ambiente en cota 2.000 de la estación de esquí era de 6 grados bajo cero.
“La nieve “producida”, habitualmente mal denominada como “nieve artificial” es totalmente natural, aunque fabricada con sistemas mecánicos a partir de agua sin ningún tipo de aditivos, que se pulveriza en la atmósfera con los “cañones”, que deberían denominarse mejor como aspersores. El agua utilizada para producir nieve, ni se consume, ni se gasta, ni se ensucia; Ese agua, convertida en nieve, se almacena en dicho estado en las pistas de esquí y vuelve, naturalmente, al sistema hidrológico con el deshielo. Con lo que podríamos decir que, de igual modo que ocurre con el resto de la nieve en las montañas, se guarda en el invierno para que el valle la aproveche en la primavera”, señalan desde GECOBESA.
