IMAGENES. Sotoserrano acoge una nueva edición de la matanza tradicional.

Sotoserrano, se vistió un año más de tradición. La matanza del cerdo recuerda un modo de vida, aquel por medio de cual se proveían las despensas  por medio de los productos del cerdo. Una tradición que recuerda el modo de vida de nuestros padres en la Sierra de Francia. 



Las calquesas y los banastos, ubicados temprano en la plaza empedrada, anunciaban que la jornada iba a ser de matanza. Estos son dos de elementos tradicionales, históricamente utilizados por los vecinos del municipio.  Cada pueblo tiene sus costumbres y la matanza tiene sus singularidades en cada uno de los lugares en los que se celebra.
En los últimos tiempos, la estricta normativa de sacrificio y transporte de animales ha limitado el recuerdo del a tradición. Pero en Sotoserrano se realiza a la antigua usanza, siendo una de las mas multitudinarias de la zona. Allí no se emplean helechos o heno para chorrascar, se usa la calquesa, un arbusto parecido a la jara que arde como si de teas se tratase. Y el sacrificio y despiece del cerdo se realiza sobre banastos, que eran uno de los elementos más usados para acarrear aceitunas o cerezas en el pasado.

ORGANIZACIÓN
Es el ayuntamiento  el organizador de esta cita que arrastró a un gran número de visitantes. Los vecinos, con el recuerdo de la matanza fresco en su memoria, presenciaron el sacrificio con menor avidez que la que despertó entre los visitantes, quienes, cámara en ristre, se agolpaban al lado de los matarifes. Todo el mundo pudo disfrutar de la degustación de productos típicos de la zona y el ayuntamiento no reparó en gastos a la hora de agasajar a los visitantes con aguardiente y dulces de la zona  a primera hora, antes del sacrificio.